En un acto cargado de memoria, dignidad y reivindicación, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México recibió este martes el expediente técnico y el Plan de Salvaguardia que busca declarar a la Marcha del Orgullo LGBTTTIQ+ como Patrimonio Cultural Inmaterial de la capital del país.
La entrega fue encabezada por integrantes del Colectivo de Acciones Diversas (CADI), acompañados de activistas y figuras históricas de la lucha por los derechos de la diversidad sexual. El acto protocolario se realizó en la Casa Refugio Citlaltépetl, donde Mariana Gómez Godoy, directora general de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural, destacó el valor histórico, social y simbólico de la marcha, así como su papel fundamental en la memoria colectiva de la ciudad.
“El expediente no es solo una solicitud de declaratoria; es un compromiso por reconocer la dignidad, la lucha y la memoria de un sector vital de nuestra sociedad”, expresó Gómez Godoy.
La Secretaría de Cultura, como instancia técnica responsable, canalizará el expediente ante la Comisión Interinstitucional de Patrimonio Cultural y el Consejo Social Consultivo, que emitirán su análisis para la posible emisión del decreto de declaratoria.
Un Plan para proteger la memoria viva
El Plan de Salvaguardia propuesto contempla preservar tanto los elementos materiales de la Marcha —como su recorrido, fecha y símbolos— como sus dimensiones simbólicas, políticas, comunitarias y emocionales. Entre las acciones planteadas destacan:
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La creación de espacios de memoria y archivos comunitarios.
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Estrategias de comunicación con enfoque de derechos humanos.
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Defensa del carácter autónomo y autogestivo de la organización.
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Programas educativos sobre la historia de la diversidad sexual en México.
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Procesos participativos y transparentes de financiamiento.
Esta iniciativa se enmarca en lo establecido por la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México, que permite proteger manifestaciones culturales vivas de gran relevancia social.
Una marcha con historia y lucha
La Marcha del Orgullo LGBTTTIQ+ de la Ciudad de México tiene sus raíces en la rebelión de Stonewall, en 1969, y se realiza desde 1979 como un acto de protesta, memoria y afirmación. Lo que inició como una pequeña movilización impulsada por colectivos como el Frente de Liberación Homosexual de México, el Grupo Lambda y el FHAR, se ha transformado en una de las manifestaciones más masivas del país y de América Latina.
Desde su origen, ha visibilizado demandas clave como el acceso a la salud, el matrimonio igualitario, el respeto a la identidad de género y el fin de los crímenes de odio.
Cabe resaltar que el proceso de declaratoria no pretende despolitizar la marcha ni convertirla en un espectáculo comercial. Al contrario, busca reconocer su esencia como expresión cultural profundamente ligada a los derechos humanos y a la lucha social.
Hacia un reconocimiento global
La solicitud de declaratoria se suma a esfuerzos internacionales por reconocer el valor patrimonial de las movilizaciones sociales como pilares en la construcción de ciudadanías diversas. Con ello, la Marcha del Orgullo LGBTTTIQ+ de la Ciudad de México se perfila como un referente global en la intersección entre patrimonio, diversidad y justicia social.