A medida que se acerca la elección presidencial de noviembre en Estados Unidos, el panorama político se ha tornado más incierto de lo que muchos esperaban. La aprobación de la reforma al Poder Judicial y los recientes acontecimientos han transformado una contienda que parecía decidida en favor del ex presidente Donald Trump. El debate de julio, donde el presidente Joe Biden tuvo un desempeño desastroso, y el intento de asesinato en un rally en Butler, Pensilvania, habían dejado a Trump en una posición de ventaja, casi asegurando su regreso a la Casa Blanca. La imagen de un Trump desafiante y dominante contrastaba con un Biden aparentemente debilitado, lo que parecía inclinar la balanza hacia el ex presidente.